El afiche de este año fue realizado por Eduardo Valenzuela Rojas, voluntario de la Fundación Laura Rodróguez.

Nota fue publicada en Pares y Nones que no representa el pensamiento de la mayoría de las personas que asistimos ese día:
-"A veces puede ser difícil hablar del dolor cuando uno no lo ha vivido en forma tan intensa como los que lo padecen. Pero en relación al sida, hemos estado cerca de tantos que lo padecen y a tantos que ya han muerto que parece ser muy vivido por uno.
-Esto en relación al Candlelight de este año. Un día martes con temperatura cercana a los diez grados en la noche. Poca gente, tal vez con suerte doscientas personas (mas veinte carabineros de resguardo), y con muchas luminarias reemplazantes de los eternos "representantes oficiales del dolor".
-La tele presente, se siente; actores con lindos rostros y pésima lectura. Extensos, largos, aburridos parlamentos y discursos entre pedidas de perdón y situaciones moralizantes. ¿Y el condón donde estuvo?.
-Y a todo esto el frío calaba los huesos.
-Ya son conocidos los recursos de este magno evento, mucho dinero cedido por organismos oficiales para amenizar. Es un mega evento. Hay luces de discotheque, humos, micrófonos ad hoc, pantallas gigantes, faltó eso sí el sabor de todo evento que se precie: el público. Los adherentes identificados por una chapita autoadhesiva son lastimósamente pocos. Aunque todavía es posible distinguir a algunos históricos.
-Y volvemos a ver año a año las pálidas (entre novias y zombies), la bandita recurrente, los cuatro zanquistas, y las parrillas de madera con cien velas cada una. No falta nada a esta superproducción organizada por los organismos encargados del dolor.
-Podemos alegrar los corazones, no falto nada para conmemorar este año, nos unimos simbólicamente con las trescientas y tantas ciudades que hacen lo mismo, que marchan y marchan en la noche.
-Hemos cumplido. Además el gasto ha sido suficientemente respaldado por boletas que aseguran que se han gastado allí hasta el último peso.
-Esa noche en el Area Norte sólo murieron dos personas de sida, las cuales murieron acompañadas por nadie, porque no hay presupuesto. Murieron embarradas en su propia mierda porque no hubo pañales desechables para ellos. Y en el Area Sur y sus hospitales, fue esa una noche sin sobresaltos mortuorios. ¿Y en Oriente y en Occidente?.
-Pero eso no es lo importante, lo importante es que la fiesta debe continuar. Y ya los responsables piensan cómo hacer más brillante, mas superstar el Candlelight 99.
-Y luego el Candlelight del milenio. ¿Seremos capaces de soportarlo?."
Por Jaime Acevedo